¿Qué es la madurez?
Es la plenitud del desarrollo al que siempre llegamos físicamente, pero es fácil perderse en lo que se refiere a lo emocional.
Madurar es vivir en paz, asumiendo que no podemos cambiar ciertas cosas, intentando que lo que los demás hagan o piensen de nosotros no nos afecte, encontrando el equilibrio y dejando de negar la realidad.
Estas señales sobre las personas emocionalmente inmaduras contrapuestas con más maduras nos pueden dar una idea de cuando alguien es realmente maduro, está a medio camino, o no ha crecido emocionalmente.
CÓMO PIENSA UNA PERSONA EMOCIONALMENTE INMADURA
- El comportamiento de las personas se debe a lo que sienten por mí. Actúan para fastidiarme y todo tiene que ver conmigo.
- Los límites son ofensivos o egoístas, tengo derechos no deberes.
- Cuando las cosas no salen como quiero, me quejo, me paro o tengo una conducta victimista.
- Tengo tolerancia cero hacia cualquiera que no esté de acuerdo con mis creencias.
- Mi valor lo encuentro a través de una validación externa. Mis relaciones son tóxicas.
COMO PIENSA UNA PERSONA EMOCIONALMENTE MADURA
- El comportamiento de las personas se debe a cómo se sienten consigo mismos.
- Los límites son mi derecho a proteger mi energía y amor propio.
- Cuando las cosas no salen como quiero, confío en encontrar un nuevo camino.
- Lo que la gente cree son sus propias perspectivas basadas en su condicionamiento e historia personal.
- Me valido a mí mismo y me reconozco. Mis relaciónes son espacios de conexión mutua.
Crecer emocionalmente es siempre enriquecedor, pero si hay algo que te mantiene anclado e inamovible en el descubrimiento de tu propia madurez, acudir a terapia te ayudará a descubrirlo para que puedas seguir evolucionando como persona.
¡Hablemos de tus próximos pasos hacia un camino más positivo y pleno!
Ya sea que tengas preguntas, inquietudes o simplemente quieras compartir tus metas, estoy lista para ser tu apoyo. Reservar Sesión